Nuestros resultados indican cuatro relaciones principales con las lenguas: con el inglés, con el chiac, con la dualidad inglés-francés y con el francés. Los alumnos mantienen relaciones ambivalentes con estas lenguas, que son a la vez adoradas y criticadas. Se considera que las relaciones positivas hacia estas lenguas les ayudan a aprender francés, a adquirir confianza en el aula (Cormier, 2005) y a desarrollar sentimientos de competencia en francés (Landry, Allard y Deveau, 2011). El análisis también identifica siete prácticas pedagógicas que son tanto elogiadas como criticadas. Los alumnos se mostraron satisfechos con estas prácticas y establecieron relaciones positivas con ellas, lo que les proporcionó una base y una motivación intrínseca (Deci y Ryan, 2002) para adquirir buenas competencias en francés y contrarrestar sus sentimientos de inseguridad lingüística hacia esta lengua.