El trabajo pedagógico teatral se realiza en situaciones en las que no son posibles formas más tradicionales de trabajo social. Esto se debe a su indirecta pedagógica. Sitúa el arte en el centro, no un déficit, un problema a resolver. Por lo tanto, se trata de una especie de "socialización a un lado" que, en un principio, sólo apunta a las experiencias del individuo en la actuación. Como método de trabajo gratuito para niños y jóvenes, la pedagogía teatral se ocupa de enseñar a los niños y jóvenes habilidades que son difíciles de adquirir en un sistema educativo tradicional, como la empatía, la distancia entre los papeles, la expresividad, la flexibilidad y la formación lingüística, por no hablar de la confianza en sí mismos. La pedagogía teatral crea -sin levantar el dedo índice- educación. A través de la ilustración/representación lúdica de la propia realidad, ayuda al individuo a tomar conciencia de la vida social y política cotidiana y a tener voz en el diseño de un nuevo mundo. Se utilizó la Inteligencia Artificial para traducir este libro.