A la crisis que atravesó la sociedad argentina a principios del siglo XXI le siguió un particular proceso de recomposición de la autoridad estatal y del ciclo de acumulación capitalista. La llegada de Néstor Kirchner al gobierno dió pié a una experiencia política que combinó parte del ideario desarrollista con elementos del peronismo clásico y otros rasgos novedosos, como la reivindicación de la militancia revolucionaria de la década de 1970 y la condena activa a los crímenes de la última dictadura militar. Desde una perspectiva que cruza la sociología de la cultura con la historia intelectual, este trabajo describe las problemáticas que involucraron a las fracciones más dinámicas del campo intelectual en el período que corresponde al primer gobierno kirchnerista y analiza qué visiones del mundo, tradiciones político-culturales y modos de intervención intelectual se pusieron en juego en ese terreno específico de disputas ideológicas.