Las persecuciones ideológicas se han dado en el mundo en general, y en Argentina en particular, desde los primeros tiempos de la historia. En algunos casos por ideologías políticas y en otros casos por ideologías religiosas. Pero el hilo conductor ha sido siempre el mismo: doblegar a las personas que piensan de tal o cual manera. En algunos casos se ha llegado a la encarcelación de las mismas, en otros a la tortura e inclusive hasta la muerte. El objetivo de este libro es hacer conocer al público la verdadera y oculta historia sobre el caso judicial del matrimonio argentino Buela-Dago, víctimas de una persecución ideológica basada en falsedades y rencores por parte del Centro Simón Wiesenthal. No se pretende por ello hacer apología ninguna de ideologías que fomenten segregaciones o cualquier tipo de actos irracionales. Sí, en todo caso, la idea es resaltar la actitud netamente discriminatoria y censuradora de ciertas organizaciones que obran como policías del pensamiento, quienesno dudan en tachar, o borrar si les resulta más conveniente, a toda persona que intente contribuir a la formación de una opinión pública libre de prejuicios e imparcial.