¿Cómo pensamos la participación ciudadana desde nuestro rol de gestores públicos/políticos? ¿Le damos a la participación la relevancia que requiere? ¿Entendemos que la conformación de redes, la articulación institucional, la transversalidad de las acciones, son la esencia en las ciudades del futuro? Si pretendemos que nuestras democracias se afiancen, que las poblaciones asuman el protagonismo que les pedimos, pasando de ser simples electores a ser ciudadanos partes y hacedores de sus comunidades, debemos considerar las herramientas y metodologías participativas. El Plan Trienal Participativo se erige como una muy buena opción, que requiere adecuaciones y mejoras, pero que no debe dejar de ser leído y considerado por cualquier consultor, gestor, estudiante o vecino.