La utilización de los plásticos en la agricultura se inicia en los años sesenta, cuando se sustituyen, debido a sus elevados costes, los invernaderos de cristal y los ensilados de acero u hormigón por este material. Con el tiempo, y ante problemas planteados como falta de agua, mano de obra y la necesidad de resultar competitivos en el sector, se impulsa la utilización de plásticos en la agricultura, permitiendo convertir tierras aparentemente improductivas en explotaciones agrícolas altamente rentables. Su consumo no ha dejado de crecer en los últimos años. Pero una vez finalizada su vida útil, tanto los plásticos usados en agricultura como los envases de productos fitosanitarios se convierten en residuos difíciles de gestionar. Es necesario desarrollar estrategias de gestión encaminadas a solucionar los problemas provocados por una incineración y vertido incontrolado de estos residuos.