Los grandes éxitos de nuestro deporte, en los últimos años, no se pueden comprender sin analizar el trabajo estrictamente deportivo que las instituciones deportivas han venido desempeñando, fundamentalmente desde que España, como sede de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, tuvo que afrontar la necesidad de dotarse de una estructura deportiva sólida. Capaz tanto de articular una representación de nuestros atletas en todas las disciplinas deportivas como de lograr buenos resultados deportivos. Pero tampoco este momento que ha vivido el deporte español durante los últimos años se explica sin atender a la configuración del deporte en nuestro país como una política pública específica para el Gobierno Local, las Comunidades Autónomas y el Gobierno de España. Este texto se centra en la política deportiva realizada desde el Gobierno, a través del Consejo Superior de Deportes, durante la IX Legislatura de la democracia (2008-2011) puesto que los resultados deportivos logrados en este periodo, que incluyen la posición duodécima en el ranking de potencias olímpicas o la Copa del Mundo de Fútbol o dos Europeos de Baloncesto, culminan más de 30 años de trabajo del Gobierno de España.