Desde hace algunos años, las economías en el mundo han experimentado grandes cambios propiciados por el desarrollo del comercio internacional. Como efecto de este desarrollo, las empresas han tenido que adaptarse a esta dinámica económica, donde anteriormente solo participaban unos pocos. Dicho en otras palabras, la globalización ha permitido que las estrategias de salida a mercados exteriores sean cada vez más recurrentes para diversas compañías. Tradicionalmente, la competencia en los mercados internacionales estaba relacionada como un ámbito en el que solo las grandes empresas participaban, mientras que las pequeñas empresas se limitaban a su mercado local o doméstico. Hoy en día existen cada vez más pequeñas y medianas empresas que se ven involucradas en llevar a cabo actividades de carácter internacional, sin embargo el papel que ocupan estas empresas en la escena internacional aun permanece marginal, en relación a sus aportaciones en cuanto a volumen y valor de sus transferencias. Es por ello que varios gobiernos e instituciones se han dado a la tarea de crear y desarrollar políticas que permitan ser mas competitivas a las PYMES en el mercado internacional.