Las Políticas de drogas han estado orientadas a la prevención bajo la dinámica de la prohibición y el castigo. Es necesario ampliar el debate y la practica sobre como afrontar esta problemática. La guerra contra las drogas es un fracaso que ha victimizado a los consumidores y ha encarcelado a los expendedores. La política antidrogas ha dejado de lado los problemas estructurales que afectan a los estados donde se realiza la siembra, cultivo y distribución de "drogas". La `pobreza, exclusión social, falta de empleo y nula atención estatal, son varios de los factores que motivan a la población a consumir o a vender sustancias sujetas a fiscalización. La legalización de plantas como la marihuana con fines terapéuticos y recreativos debe ampliarse, ya que no solo generaría ingresos económicos, como lo esta haciendo en Uruguay, sectores de Estados Unidos y Canadá, sino que, cambiaría el imaginario social que se tiene de los consumidores y de las sustancias prohibidas.