La Institucionalidad de Género se implementa por medio de diferentes mecanismos institucionales, como ministerios, oficinas, centros, organizaciones etcétera, encargados de la puesta en marcha efectiva de políticas públicas orientadas a disminuir las brechas de género. Las universidades también han implementado estas políticas a través de sus oficinas o unidades de género correspondientes. En el contexto chileno, el 8.6% del total de universidades nacionales han tomado algún tipo de medida para hacer frente a los problemas de inequidad y sólo la Universidad de Chile cuenta con una oficina establecida con más de tres años de trayectoria. Sin embargo, este porcentaje es bajo en comparación con España, con un 54.2% y Argentina con un 22.7% de sus universidades que ejecutan explícitamente esta política pública.