Un nuevo concepto de Espíritu Contra la determinación unitaria y necesaria del negativo destaca lo abierto, múltiple y creativo, positivo. El Espíritu creativo y dialéctico de la materia viviente erosiona el espacio absoluto del sujeto abstracto, término único y necesario de la reducción. La imaginación desiderativa interna a la materia representa y realiza el principio de la igual y amorosa libertad. El criterio de la normatividad heterónoma se disuelve, la alienación es derrocada. Permanece el movimiento de la revolución continua, animado por la conciencia de la unidad infinita: del corazón intelectual del amor igual. Cae y se destruye el concepto hiper-abstracto -el ídolo- del Dios dominador y patrón absoluto, ente hegémone y separado en la potencia y en la voluntad. En su lugar reaparece el concepto creativo de la multiplicidad y la obra viva del deseo. Resurge el Ser.