Educar obliga a transformar las políticas públicas, obliga también a los tomadores de decisiones a trabajar, cambiar de actitud y planificar de otra manera. ¿Por qué no se ha hecho así? ¿Por qué según las estadísticas de la OCDE y PISA seguimos ocupando los últimos lugares en este rubro?Más que reformas educativas, lo que necesitamos es una revolución cultural que transforme las estructuras de la sociedad. Sostenemos firmemente que el excesivo centralismo de la Secretaría de Educación Pública, la simulación y la corrupción siguen siendo los ejes de cada reforma educativa. Mientras tanto el pueblo de México sigue esperando que se le libere de una de las injusticias y uno de los lastres más terribles que ha azotado a la humanidad entera, el de la ignorancia.