Es indiscutible el aumento en los índices de violencia escolar en México, siendo necesaria la intervención frente a esta problemática que afecta a la población futuro del país. En este sentido, el fomento de conductas prosociales es considerado una dimensión de la competencia social y juega un papel muy importante en el desarrollo de habilidades sociales en la infancia, son aquellos que propician la solidaridad y la armonía en las relaciones interpersonales y producen beneficios personales y colectivos. Por otro lado, una cultura de paz está basada en los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas y en el respeto de los derechos humanos, la democracia, la tolerancia, la promoción del desarrollo y la educación para la paz. De tal modo que existe una estrecha relación entre el fomento de conductas prosociales y la cultura de paz, pues ambas buscarán establecer una convivencia sana, cumpliendo con la promoción de la educación para la paz. El presente libro tiene la recopilación de intervenciones en el ámbito educativo, realizadas por ahora egresados de la Facultad de Psicología, que dan respuesta a estos temas actuales y responden a las necesidades de su entorno.