Los estudiosos del porfiriato resaltan la modernidad, su obra pública (ferrocarriles, telégrafos, edificaciones), la pacificación del país, la paz y el orden.La realidad supera al mito y se trata de descubrir qué había en el fondo de las concesiones, los permisos y las licencias que se otorgaron a particulares, incluso a extranjeros y de esa manera se llevó a cabo una legislación en que casi se regalaba el petróleo, las minas, los ferrocarriles para favorecer a empresas norteamericanas, bosques, tierras baldías, favoreciéndose él y sus cercanos.