En septiembre de 1943, la joven Ella llega prisionera al campo de concentración de Auschwitz. La jefa del campo de mujeres, la incorpora como copista en la Orquesta de Mujeres. Gracias a su conocimiento de idiomas, Ella comienza a trabajar en el Bloque Kanadá donde encuentra numerosas postales y fotografías, y decide escribir en ellas sus historias para que nadie olvide quiénes fueron.