Las rabietas infantiles son una característica del desarrollo normal del niño y aparecen en torno a los 15-18 meses de edad. Suelen estar provocadas por el deseo de independencia del niño y su incapacidad para elegir. Para evitar que las rabietas se conviertan en un grave problema de conducta para los niños, los padres deben adoptar prácticas educativas adecuadas para promover comportamientos deseables. Este estudio analizó si diferentes tipos de prácticas educativas de los padres están relacionadas con la existencia o no de rabietas. Participaron 106 padres de niños de entre 2 y 6 años, que respondieron a tres cuestionarios. Se llegó a la conclusión de que las prácticas educativas parentales más utilizadas son las prácticas educativas adecuadas, pero cuando los niños tienen rabietas, los padres recurren al castigo físico y a las prácticas educativas inadecuadas.
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