Cada uno de estos relatos es una invitación a explorar nuestros propios presentimientos y a reflexionar sobre cómo nos afectan. A través de ellos, podremos adentrarnos en el mundo de lo desconocido y de lo inexplicable, y descubrir cómo los presagios pueden influir en nuestras decisiones y en nuestro destino.Todos en el pueblo coincidían en que había algunos habitantes cuyo distintivo era comunicar presagios. No eran más de media docena y generalmente no se comunicaban entre sí. Pero, había algo muy extraño acerca de ellos. Casi siempre, lograban asustar a la población con sus frases adivinatorias que, increíblemente, se volvían realidades.La gente se resistía a llamarlos aves de mal agüero porque en el fondo temían que ellos fueran la causa de sus desgracias y, más bien, preferían darles el título de adivinadores.