Al crecer, se esperaba que yo me viera, actuara y hablara de cierta manera. Mis padres pastorearon algunas iglesias y mis hermanos y yo seguimos todos sus movimientos y pasos. Todos pensaron que e¿ramos una familia perfecta. Padres hermosos que hicieron la pareja de autoridad suprema con sus hijos talentosos e incluso muy hermosos. Fuimos alabados, admirados y envidiados. Sin embargo, poco se sabi¿a lo que sucedia cuando nos despedi¿amos y cerräbamos aquella puerta de nuestra casa. Nadie sabi¿a los secretos, las mentiras, las traiciones y todos los sacrificios. Si no fuera por una increi¿ble mujer de Dios, no se¿ cömo sobrevivimos a los horrores que sufrimos. Esa mujer nos protegiö con todo lo que pudo, se puso en peligro por nosotros, nos mantuvo unidos con todo, su poder y estaba siempre en la presencia de Dios intercediendo por nosotros. Esa mujer es mi madre. Solo el amor de una madre podri¿a soportar las tormentas que enfrentamos. Cuanto mäs yo creci¿a, mäs sabiduria adquiri¿a, y cuanto mäs sabi¿a, mäs me senti¿a obligada a compartir su historia. Esa historia de abuso, maltrato y dolor. Su historia de triunfo, revelaciön y alegri¿a. Su historia es mi historia. Su historia es la historia de mis hermanos. Su historia es la historia de mi hermana. Su historia es tu historia. Es hora de que se caiga el telön y se cuente la historia. Este es el momento de romper las maldiciones generacionales y detener todo tipo de abuso. Esto es lo que Prevalece, el proceso de Superaciön.
Hinweis: Dieser Artikel kann nur an eine deutsche Lieferadresse ausgeliefert werden.
Hinweis: Dieser Artikel kann nur an eine deutsche Lieferadresse ausgeliefert werden.