La COVID-19 ha generado contradicciones de convivencia familiar; pero los adultos mayores son más sensibles a sufrir cambios en su estabilidad emocional y cognitiva. La muestra estuvo conformada por 647 Adultos Mayores, 61.4% mujeres y 38.6% hombres. El 65.7% tenían ¿Depresión leve¿ y el 24.3% ¿Depresión establecidä. El 15.6% con ¿Posible deterioro cognitivo¿, 34.2% con ¿Deterioro cognitivo de leve a moderado¿ y el 1.9% con ¿Deterioro cognitivo de moderado a severo¿. El 61,4% de las mujeres y el 38,6% de los hombres tienen ECM. El COVID-19 evidenció la fragilidad y la falta de políticas en favor de los Adultos Mayores. Adicionalmente, las enfermedades crónicas múltiples (ECM) se relacionan con la frecuencia de depresión y deterioro cognitivo. Los gobiernos nacional y locales deben implementar un sistema de protección a los Adultos Mayores, vinculando a las Universidades con el MSP para generar un plan de contingencias para aplicarse en esta pandemia y el post COVID-19.