"Pero, por desgracia, la realidad es mucho menos sencilla. Vemos vivir a nuestro alrededor sociedades humanas infinitamente complejas y diversificadas, divididas no solamente en 'clases', sino también en 'grupos de intereses'; y comprobamos continuamente que las aspiraciones de estas clases y de estos grupos son muchas veces contradictorias. (...) Es tal la contradicción entre los intereses de los grupos y de los individuos, dentro de un mismo Estado, que cuesta admitir la idea de un interés nacional objetivo. ¿No son, salvo casos excepcionales, los 'intereses superiores del Estado', invocados con tanta frecuencia, un simple medio de enmascarar intereses infinitamente menos nobles y, en todo caso, particulares?"