En la historia de la humanidad se ha visto una clara manifestación del juego como una expresión de una forma cultural, llegando a introducirse en las diversas civilizaciones donde este hizo su presencia, descubriendo los cambios ideológicos que se iban presentando en dichas culturas. La recreación y la lúdica son procesos que ayudan significativamente la formación de las personas desde cualquier edad desde los cuatro años hasta el adulto mayor, donde se constituye la formación de muchas habilidades y destrezas como correr, trepar, lanzar, caminar, que las personas van desarrollando con el paso del tiempo. El aprovechamiento del tiempo libre constituye una gran parte de la formación de la persona, cuando va encaminada con actividades lúdico-recreativas donde podemos organizar un gran plan elaborado para la enseñanza, el aprendizaje de estas actividades y habilidades. Es imprescindible devolverles la expresión espontánea a nuestros infantes y permitir que la escuela, la casa, la calle, el parque y el patio de recreo vuelvan a ser escenarios para la actividad lúdica-recreativa, la experimentación y el goce, tomando la lúdica y la recreación como fuerza movilizadora de sueños.