En este libro, cubrimos la actividad antioxidante y antimicrobiana de algunas plantas medicinales. Como sabemos, las hierbas o plantas medicinales se utilizan para curar enfermedades desde la antigüedad. Tienen algunas propiedades que nos ayudan a aumentar nuestra inmunidad a través de las cuales nuestro cuerpo o sistema inmunológico lucha con un agente causante de enfermedades. Numerosos medicamentos han sido creados por las plantas. La utilización y búsqueda de medicamentos y mejoras dietéticas obtenidas de las plantas se han acelerado en los últimos años. Los útiles impactos restauradores de los materiales vegetales regularmente resultan de las mezclas de elementos auxiliares, es decir, productos secundarios presentes en la planta. (Buddhadev y otros). Se considera que los antioxidantes tienen impactos que favorecen el bienestar al evitar la oxidación de estas moléculas por los radicales libres En perspectiva de los impactos desfavorables sobre el bienestar de los antioxidantes sintéticos, por ejemplo, el butilhidroxil-tolueno (BHT) y el butilhidroxil-anisol (BHA), hay un aumento significativo del entusiasmo por el desprendimiento de las moléculas bioactivas que se producen normalmente y que pueden descubrir aplicaciones en la industria alimentaria y farmacéutica.
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