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Los sistemas de propiedad intelectual para las innovaciones terapéuticas tienen un impacto positivo en el derecho a la salud. De hecho, el incentivo a la innovación, a la creación en las industrias farmacéuticas actúa como estímulo a la investigación médica. Este incentivo tiene el potencial de promover el disfrute del derecho a la salud y contribuir a un mejor nivel de vida humana. Así pues, las patentes farmacéuticas y el derecho de acceso a la asistencia sanitaria deben complementarse mutuamente. Pero, por desgracia, este ideal nunca se alcanza. Por un lado, el derecho de los pacientes a…mehr

Produktbeschreibung
Los sistemas de propiedad intelectual para las innovaciones terapéuticas tienen un impacto positivo en el derecho a la salud. De hecho, el incentivo a la innovación, a la creación en las industrias farmacéuticas actúa como estímulo a la investigación médica. Este incentivo tiene el potencial de promover el disfrute del derecho a la salud y contribuir a un mejor nivel de vida humana. Así pues, las patentes farmacéuticas y el derecho de acceso a la asistencia sanitaria deben complementarse mutuamente. Pero, por desgracia, este ideal nunca se alcanza. Por un lado, el derecho de los pacientes a acceder a una atención sanitaria de calidad, que es un derecho humano fundamental, se ha convertido en un verdadero reto debido a las patentes concedidas a las empresas farmacéuticas. Por otro lado, el acceso a la sanidad es un reto permanente para las industrias farmacéuticas, presas de todo tipo de golpes bajos en nombre de una ideología del patrimonio común de la humanidad. Este antagonismo ha intentado ser resuelto por el autor, analizando la cuestión en el contexto regional africano, donde la cuestión es más candente y relevante debido a la multiplicidad de pandemias y epidemias que asolan el continente.
Autorenporträt
Modeste Gnonlonfoun AHOTIN est actuellement doctorant à l'Université d'Abomey-Calavi. Il a fait ses études primaires à l'Ecole Primaire Public de Kétonou, Commune de Sèmè-Podji. Il a poursuivi ses études secondaires au Collège d'Enseignement Général de Djèrègbé et puis au Lycée Béhanzin de Porto-Novo où il a obtenu son baccalauréat.