El tiempo de inserción y adopción de una nueva tecnología se ha ido acortando con el paso de los años. La tendencia es hacia una conectividad total, por lo que es de esperar que en un muy corto plazo el hombre, su actividad y su entorno van a estar interconectados. En este contexto el rol que desempeñarán distintas tecnologías de red es primordial para implementar y extender el concepto de ubiquidad. Las redes han revolucionado la forma en que las personas y las organizaciones intercambian información y coordinan sus actividades. Los avances en sistemas micro-electro-mecánicos, comunicaciones inalámbricas, electrónica y la disponibilidad de elaborados algoritmos para el de procesamiento de señales, han permitido la producción de nodos multifuncionales, de pequeño tamaño, baja potencia, compactos pero capaces de sensar, procesar datos y comunicarse con otros sobre un canal inalámbrico. La disponibilidad de estos micro-sensores permitirá desarrollar redes para un amplio rango de aplicaciones. Es probable que las WSN sean usadas ampliamente en el futuro porque ellas extienden la capacidad de supervisar y controlar ambientes físicos desde una ubicación remota.