Este trabajo trata de la dirección de la curación en el psicoanálisis, con respecto a la idea de que este camino podría ser restaurador. Se fundamenta en las bases conceptuales freudo-lacanianas sobre la constitución del sujeto, el malestar en la cultura, la impotencia primordial y la alegría perdida. Así, dado que la carencia es constitutiva y que esta condición, al generar angustia, da paso a la posterior construcción de un goce perdido, no queda nada por restaurar más que la carencia.