La autora, marcada por experiencias traumáticas en la primera infancia, al ser la hija de un prisionero político en Polonia durante el régimen comunista, buscó su "receta" para la salud durante años de su trabajo científico. La encontró en la psicosíntesis con la que se la conoció en la segunda mitad de su vida. Gracias a la psicosíntesis, pudo curar no sólo las heridas de la psique de su infancia, sino sobre todo las raíces de sus problemas de salud física. La perspectiva espiritual del sentido y el significado de la experiencia humana que trajo la psicosíntesis le atrajo especialmente. Este aspecto espiritual encontró una expresión práctica en el programa educativo preparado por la autora para los participantes de diversos entornos. Permite el crecimiento de la autoconciencia humana y la "educación para la salud", de modo que después de muchos años (como fue en su caso) no se necesita ninguna terapia. "Este enfoque integral del desarrollo y la salud humana creado por la psicosíntesis, la autora lo expresó en el novedoso y original programa de "educación para el futuro".