Puesto para la Defensa del Evangelio - McCubbins, Miguel D.
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Cuando decimos que la Seguridad del Creyente se enseña explícitamente en las Escrituras, estamos diciendo que en la Biblia se enseña de forma definitiva, directa, expresa, específica, inequívoca e innegable. ¿Por qué la seguridad explícita del creyente es parte de la "defensa del Evangelio"? Si el Evangelio coloca la responsabilidad de salvar al hombre en la obra consumada de Jesucristo, es decir, si la salvación es una obra de Dios, entonces, como todas las obras de Dios, solo Él debe terminar Su obra. He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de…mehr

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Produktbeschreibung
Cuando decimos que la Seguridad del Creyente se enseña explícitamente en las Escrituras, estamos diciendo que en la Biblia se enseña de forma definitiva, directa, expresa, específica, inequívoca e innegable. ¿Por qué la seguridad explícita del creyente es parte de la "defensa del Evangelio"? Si el Evangelio coloca la responsabilidad de salvar al hombre en la obra consumada de Jesucristo, es decir, si la salvación es una obra de Dios, entonces, como todas las obras de Dios, solo Él debe terminar Su obra. He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres (Eclesiastés 3:14). De hecho, en el contexto mismo de Filipenses 1:7 y 17, donde Pablo declaró que estaba "puesto para la defensa del Evangelio", también enfatizó su confianza en la Seguridad del Creyente. estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia. ... pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio (Filipenses 1:6-7, 17). Debemos defender la Seguridad del Creyente para que no demos un reconocimiento tácito y silencioso a un evangelio falso. Hoy nos enfrentamos al rápido aumento en el número de quienes están tratando de redefinir el evangelio para un nuevo milenio, que se ha transformado en una poderosa arma de guerra para el enemigo de nuestras almas. Pastor Miguel D. McCubbins, Th.D., Presidente Facultad y Seminario Bíblico Bautista, Arleta, California