La Mishná es un legado del creyente en Jesús que le introduce al pensamiento rabínico, tanto legal como filosófico. Posiblemente, nada más. Pero la riqueza que tiene esta enorme obra, sólo puede hallarla la lectura atenta; y este "nada más" se extiende más allá de lo intelectual, pues vemos el corpus de implicaciones morales y deber de servicio a Dios que significó para los rabinos de su tiempo y los de hoy. La raíz de los judaísmos actuales radica ahí, si bien, no la del judaísmo de los primeros creyentes -la expresión propia de éste más tarde estaría entre los evangelios-, ya que no se hizo halágico, sino que halla en Jesús la completitud de su menester y la devoción a Dios encuentra su auge en la negación del sí mismo, la humildad y el amor. De hecho, podría decirse que nace de una hagadá; se inaugura como relato. Jesús dictaminó para todo aquél que pretenda seguirle una enseñanza predominantemente hagádica -con sus niveles interpretativos; si bien, lo que dijo, está basado todo ello, el la fuente del pensamiento rabínico que es la interpretación de palabra de Dios; es decir: su enseñanza se profundiza como el meollo de la Torá.