La figura del Abakuá o al también conocido por ñáñigo, ha sido un personaje de larga data en el andurrial habanero. De a todas propuesto a la redada, de la mano de las autoridades coloniales, y luego en las de la casi república, que no logró mermarlo, menos aún desaparecerlo. Afrodescendiente en mayoría, logro sobrevivir en el misterio y el subuso de las sociedades secretas. Hoy merecen el reconocimiento en el tiempo; por lo que su historiografía tradicional requiere de una objetiva revisión; a sumarle que ha asumido como definitiva y casi de única su dependencia afromística; y no se damos por aludidos el aporte y trasiego cultural criollo, de amplia gama y matices; mucho de profano, pero promovido y realizado en su prolijo y rico asiento socio-cultural de la barriada habanera. Como lo fueron igualmente, aquellas primeras generaciones, más de dos siglos atrás, de iniciados. Reconstruir historia obliga rastrear etapas donde quedan las reminiscencias; las que por nefastas eliminarlas, e incorporar nuevas apreciaciones para una historiografía objetiva, apegada a los hechos, ...de hecho, muy escasa.