Los conflictos armados y sus secuelas imponen una enorme carga de sufrimiento psicológico y social a las poblaciones afectadas en todo el mundo. Al menos 100 millones de africanos han sido víctimas de la guerra, la violencia, los abusos sexuales o las catástrofes naturales, o han presenciado horribles actos de terror que han provocado un trastorno de estrés postraumático postconflicto. En consecuencia, durante este periodo se pierden muchas vidas, propiedades y oportunidades de inversión. Kenia sufre violencia postelectoral cada cinco años, pero la peor tuvo lugar en 2007/08; dejó 1.113 muertos y más de 650.000 personas desplazadas de sus hogares. Si no se trata, el trastorno de estrés postraumático puede provocar daños psicológicos, médicos y socioeconómicos adversos a las víctimas, los supervivientes y sus allegados. Se utilizó el modelo de recuperación del trauma de Gitau, una versión adaptada y modificada del modelo de Virginia Satir, que resultó ser una herramienta eficaz para reducir los síntomas del trauma, aumentar la responsabilidad personal y mejorar el pensamiento racional entre los desplazados internos. Este libro es útil para asesores en ejercicio, responsables de políticas de salud comunitaria y violencia de género, instituciones de formación en salud mental y asesoramiento.
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