Las llamadas reducciones son poblados construidos por las órdenes religiosas, primero por franciscanos, dominicos, mercedarios, agustinos y después Jesuitas, para albergar a los indígenas, sacándolos de su entorno natural selvático, con el fin de reducirlos a la fe cristiana, pacificarles y protegerlos de los abusos de los españoles y portugueses encomenderos. Su evolución y desarrollo están profundamente insertadas en la historia Regional.