En estas líneas se busca entablar diálogo entre las ciencias y las religiones se intenta plantear como las religiones han perdido su espacio en la vida de las personas como en la academia y centros de estudio, salir del dialogo bizantino a pensar la religión como algo activo en la vida para ello se usa una situación extrema pero valida para ejemplificar las pasiones del alma que se encuentran amenazadas por las ciencias.