Las relaciones planta-animal se manifiestan mediante un sistema de interacciones como son: refugio, nidificación, polinización, frugivoría y ocupación de cavidades en los troncos de los árboles; sin embargo dos de ellas, que son la polinización y la frugivoría son las interacciones más fuertes dentro de las relaciones mutualistas entre plantas y animales, pues ambos organismos vivos involucrados pueden llegar a coevolucionar. Es por lo antes expuesto que investigar y conocer al detalle todas las variables que participan de estas interacciones sinérgicas es esencial para poder conservarlas y garantizar así su continuidad en el tiempo. Al final ellas determinarán si las especies interactuantes prevalecen o se extinguen, lo que constituye un elemento crucial en la conservación de la flora y la fauna silvestres. Solo así podremos lograr la supervivencia de estas especies claves para el futuro.