Hay y ha habido muchas religiones y creencias en todos los tiempos y lugares del mundo. Todos ellos se consideraban absolutos, verdaderos, ocurriendo lo mismo hoy en día, y las prácticas religiosas derivadas de los valores religiosos de cada uno de ellos eran y son beneficiosas para los seguidores de todos, proporcionando un único bienestar psicológico, emocional, de equilibrio, es decir, de la vida misma, pero, ¿habría entonces diferentes dioses al mismo tiempo? Imposible, pero nadie puede decir que otras religiones no hagan el bien a sus propios seguidores. ¿Qué ocurre? Algo falla y por eso sugiero en este libro la siguiente hipótesis: los valores religiosos son enseñados a los niños por sus padres, en las escuelas, etc., quedando fijados en las memorias, en las áreas cerebrales, teniendo mucha fuerza al ser evocados, y aquí refuerzo el argumento "mucha fuerza", en oraciones, pensamientos, cultos, rituales, etc., liberando sustancias químicas, promoviendo la neuroplasticidad y modificando así comportamientos, reacciones emocionales, etc., siendo estos los creadores de nuestro bienestar, esperanza y felicidad. Esto significaría que Dios y todos los dioses de otras religiones no existirían en la realidad. Serían invenciones del cerebro humano.
Hinweis: Dieser Artikel kann nur an eine deutsche Lieferadresse ausgeliefert werden.
Hinweis: Dieser Artikel kann nur an eine deutsche Lieferadresse ausgeliefert werden.