Siempre es posible volver por aquellos pasos perdidos que guardan encuentros con uno mismo. Hacia el lejano sur es una forma de mirar, desde lejos, aquello que marca el comienzo de una búsqueda, aquella que nunca se agota, tampoco se acaba, pero que, sin embargo, va llenando de contenido, de recuerdos, de esencias, haciendo que lo grato de la vida haga de lado los retos y caídas que se ha tenido que sortear. Mirar hacia atrás es necesario aún cuando lo que se encuentre sea un a imagen de la que se trata de escapar.