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Una consecuencia de la reciente crisis financiera mundial ha sido el rápido crecimiento de la deuda pública en las economías avanzadas, que ha alcanzado niveles récord en tiempos de paz. Las economías de mercado emergentes y en desarrollo parecían más resistentes inmediatamente después de la crisis de 2008-2009; sin embargo, la caída de los precios de las materias primas y la desaceleración del crecimiento durante 2014-2016 han debilitado sus posiciones fiscales. Ante la creciente carga de la deuda, los gobiernos han intentado determinar el nivel "seguro" de déficit fiscal y deuda pública. Sin embargo, no existe un único estándar de seguridad fiscal para todas las economías. El riesgo de impago puede darse a distintos niveles de deuda pública. De hecho, un nivel de endeudamiento "seguro" es específico de cada país y depende de muchos factores y circunstancias a menudo impredecibles. Las lecciones extraídas de las últimas crisis también ponen de relieve la importancia de realizar estimaciones precisas de los pasivos fiscales contingentes, concretamente los relacionados con la estabilidad del sector financiero. De cara al futuro, las estimaciones de los pasivos contingentes relacionados con los sistemas públicos de pensiones, sanidad y cuidados de larga duración revisten una importancia primordial en el contexto del envejecimiento de la sociedad y el descenso de la población.