Actualmente existen alternativas más económicas para reemplazar los combustibles fósiles usados por los vehículos terrestres, las cuales pueden ayudar a reducir las emisiones de gases contaminantes. Tal como lo expone Cynthia Marín (2015) opciones como la electricidad, el GLP (Gas Licuado de Petróleo), el GNL (Gas Natural Licuado), GTA (Gases Licuados a Temperatura Ambiente) o los biocombustibles son opciones que tanto en el mediano como en el largo plazo podrían sustituir el consumo de energías fósiles en el sector del trasporte, permitiendo disminuir la emisión de GEI. Respecto al uso de GLP como alternativa combustible en transporte terrestre, se documenta que desde el siglo XX se ha masificado su uso en países como Italia, Argelia, Turquía, Polonia, China, India, Australia, España, otros. Para el año 2015 el total de vehículos en el mundo que se movilizaban con GLP ascendía a 15.000.000.