Se trata del uso vernáculo de retórica en la música del México del siglo XX temprano. De un género de canciones que alababa poblaciones o personas y creaba expectativas de belleza y bienestar no siempre cumplidas, y bondades no corroboradas. Se exaltaban las virtudes, cayendo en lugares comunes (topoi), como los que alababan la hospitalidad y la bondad de los habitantes de cualquier población. Es recurrente en ellas la descripción de paisajes paradisíacos. En este conjunto de cinco textos escogidos al azar encontramos dos casos de uso eficiente de retórica epidíctica. El caso de la canción "Tampico Hermoso" es magistral. Asimismo se encontró una notable variabilidad discursiva, que incluía discurso dialógico y tópicas particulares ingeniosas, como las derivadas de las actividades productivas predominantes o del culto a la personalidad. El discurso directo, franco, se observó en tres de las cinco canciones analizadas. En una de ellas se recurrió a la tópica cristiana que solía organizar discursos de todos tipos en el mundo occidental, donde todo se explicaba en función de Dios, a la manera de Ramón Llull, desde el tardo medioevo hasta mediados del siglo XIX.