El agua es un recurso natural imprescindible para la existencia de la vida en la tierra, y además posee propiedades únicas. La distribución del agua es muy desigual, no sólo entre distintos países del mundo, sino entre regiones de un mismo país; no obstante, el volumen de agua para satisfacer las necesidades del hombre es limitado. El crecimiento demográfico, la urbanización, la industrialización, el aumento de la producción y el consumo han generado una demanda de agua dulce cada vez mayor. En este sentido el uso de aguas residuales es generalizado y actualmente es usado en todo el mundo y constituyen una alternativa de particular valor para zonas áridas y semi-áridas. Antes de proceder a emplear el agua residual, es necesario realizarles su respectivo tratamiento, el cual puede clasificarse por mecanismos o niveles: preliminar, primario, secundario y terciario o avanzado. La reutilización de las aguas residuales para riego de cultivos, pasturas, áreas verdes, recarga de acuíferos, entre otros, es una alternativa de valor incalculable, ante las limitaciones y situaciones existentes de disponibilidad de agua.