El uso de agroquímicos ha permitido obtener incrementos sustanciales en la producción agrícola; no obstante, sus efectos adversos están impactando de manera significativa la sostenibilidad de la agricultura. En la región del Valle del Mezquital, Hidalgo, México, se han efectuado estudios aislados respecto a la actividad microbiana total y al efecto de las aguas residuales sobre el género Rhizobium, pero no existen reportes respecto a otros microorganismos promotores del desarrollo vegetal (PGPR por sus siglas en inglés) como fijadores de nitrógeno de vida libre, solubilizadores de fósforo, productores de fitohormonas o de sideróforos, los cuales establecen interacciones de tipo benéfico con las plantas, por lo que muchas de ellas se utilizan en la biofertilización. Esta última, intenta reducir la aplicación de agroquímicos en el cultivo de jitomate (Lycopersicon esculentum).