La práctica de actividad física en el ámbito escolar debe estar dirigida a preservar la salud, por tanto, el rol que juega la escuela y la educación física serán determinantes en su alcance. Ambas figuras institucionales tienen incidencia en la disminución del riesgo que representa el sedentarismo y en la promoción de hábitos saludables; la planificación de la clase de educación física no solo consiste en organizar las actividades para el esparcimiento, también se debe tener presente la calidad en términos de frecuencia, duración, volumen e intensidad. Un aspecto fundamental en la determinación de la salud física de la población escolar lo representa el volumen de información que se obtiene de sus indicadores por la aplicación de diferentes instrumentos entre los que destacan los cuestionarios y las pruebas físicas.