El texto explora, desde una visión no etnicista, las búsquedas de sentido de una población que ha migrado de la ciudad a una zona periférica como lo es el Darién colombiano. Autodenominados desertores del sistema , han optado por una vida de corte ecológico en su intento por deslindarse de los presupuestos de producción, consumo y reproducción del orden capitalista. Para ello, conforman una red de reservas en contravía de los presupuestos tradicionales de colonización dedicados a la potrerización. Tal disidencia se corresponde con las tendencias de renovación espiritual de las últimas décadas, induciendo a experiencias de transformación de paradigmas con la expectativa de un mundo mejor. Estas búsquedas motivan el reencuentro con la naturaleza y propician la reconfiguración corporal más allá de la vía unidireccional promovida por occidente. Mi propósito es abordar estas transformaciones corporales para dar cuenta de los procesos de adaptación y concretar las manifestaciones materiales, espirituales y culturales transformadas en este territorio. Esta búsqueda la hago a la luz del santo Francisco de Asís, patrono de la ecología y referente paradigmático de armonía con lo creado.