En los años en que se gestaba la independencia de Colombia se presentaron largas vacancias en las diferentes diócesis. Durante este periodo, además de las causales naturales y administrativas propias de estos casos, se presentaron otras de origen político que ocasionaron vacancias extraordinariamente largas. Tres actores: la Santa Sede, España y la entonces Nueva Granada, coordinada o aisladamente, con base en sus intereses particulares, impidieron sistemáticamente el nombramiento y/o la posesión de los prelados. La Arquidiócesis de Santafé debió soportar casi tres décadas sin gobierno pastoral, y la Diócesis de Popayán, una. El que una sede no tuviera obispo en propiedad ocasionaba que se presentaran diferentes problemas que iban desde la eficacia sacramental hasta la afectación de la fe. La Iglesia, como una institución envestida de gran poder, fue un protagonista que se debió mover entre realidades, lealtades y conveniencias. El presente es un estudio comparado de estos casos.