En la medida que el hombre supera los requerimientos básicos de supervivencia familiar emprende aventuras que conllevan mayores riesgos. Ese es el instante en que aparecen el anhelo de resguardo y seguridad. Junto al resguardo por consolidar lo obtenido, paradójicamente surge el vértigo del riesgo vinculado a las contingencias y eventualidades. En búsqueda de la prolongación de su vida, trata de evitar los daños y perjuicios y la propia muerte. El contrato de seguro, al que dedicamos este libro, busca racionalizar las eventualidades que debe correr el hombre y traspasar a las compañías aseguradoras los riesgos que resultan más onerosos asumirlos individualmente que pagar la la prima. De ahí que esta publicación expone al emprendedor, que muchos hombres llevan dentro, diversas manifestaciones que tienen en el mercado chileno las coberturas de seguro de Incendio y Vida.