Uno de los objetivos importantes de la terapia endodóntica es la obturación del sistema de conductos radiculares preparado con un material inerte, dimensionalmente estable y biológicamente compatible. La gutapercha se acepta universalmente como el "patrón oro" de los materiales de obturación, pero no presenta adhesividad a la estructura dental. Por otro lado, el sellador del conducto radicular rellena el espacio intermedio entre el material del muñón y la pared dentinaria. Un sellador endodóntico ideal debe proporcionar lo siguiente: un sellado excelente cuando fragua, estabilidad dimensional, un tiempo de fraguado lento para garantizar un tiempo de trabajo suficiente, insolubilidad a los fluidos tisulares, adhesión adecuada con las paredes del conducto y biocompatibilidad. Existen varios tipos de selladores, como los selladores de resina, los selladores de agregado de trióxido mineral, los selladores que contienen biocerámica, los selladores ZOE, los selladores que contienen ionómero de vidrio, los selladores que contienen hidróxido de calcio, etc. La elección del sellador depende del material del muñón y de la técnica de obturación, que también dependerá de la anatomía del conducto radicular y de las condiciones periapicales preexistentes para obtener un resultado de cicatrización adecuado.
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