Es sabido que en la tercera edad, se incrementa el temor a lo desconocido, especialmente cuando el individuo tiene consciencia de las crecientes pérdidas físicas e intelectuales que le impone el paso del tiempo, generándole un gran sentimiento de inseguridad. Su situación social se agrava por los prejuicios sociales hacia el adulto mayor lo cual le sitúa en una posición desventajosa con respecto a los jóvenes. Es por ello que un taller de sensibilizacion a esta edad es por demás benéfico ya que incrementará su capacidad de disfrutar, resolver conflictos y vivir plenamente.