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El control del punto final en el hogar es crucial para garantizar la seguridad del agua, ya que ésta puede contaminarse en el sistema de distribución de agua potable. Aunque el control del punto final es crucial, todavía no es práctico para la mayoría de los usuarios. El análisis de la seguridad del agua implica una serie de variables, y una sola variable no puede representar la calidad del agua. Por ello, el control del agua suele realizarse mediante múltiples sensores, que cuestan 100 dólares cada uno y cuyo coste total ronda los miles. El tamaño total, el coste y las dificultades de…mehr

Produktbeschreibung
El control del punto final en el hogar es crucial para garantizar la seguridad del agua, ya que ésta puede contaminarse en el sistema de distribución de agua potable. Aunque el control del punto final es crucial, todavía no es práctico para la mayoría de los usuarios. El análisis de la seguridad del agua implica una serie de variables, y una sola variable no puede representar la calidad del agua. Por ello, el control del agua suele realizarse mediante múltiples sensores, que cuestan 100 dólares cada uno y cuyo coste total ronda los miles. El tamaño total, el coste y las dificultades de mantenimiento de los sensores de agua siguen siendo barreras para la mayoría de las familias a la hora de garantizar la seguridad del agua. En este libro desarrollamos un práctico sensor integrado a microescala para la monitorización del agua. El sensor puede medir siete variables importantes: caudal, temperatura, conductividad iónica, pH, potencial de oxidación-reducción (ORP), iones de plomo y otros iones de metales pesados. La estructura simple de estos sensores los hace prometedores para aplicaciones a largo plazo bajo una fuerte fuerza hidráulica. Esta tesis presenta sensores prometedores, únicos y prácticos, diseñados para la monitorización del agua residencial.
Autorenporträt
Wen-Chi Li, die an der University of Michigan promoviert hat, weiß, wie gefährlich Leitungswasser sein kann. Sie widmet sich in ihrer Doktorarbeit der Entwicklung erschwinglicher und langlebiger Sensoren zur Wasserüberwachung. Aufgrund der Wasserkrise in Flint, Michigan, im Jahr 2014 konzentriert sich ein großer Teil ihrer Arbeit auf die Erkennung von Schwermetallen mit einem Bleisensor für Trinkwasser.