El sexismo es un problema de gran relevancia en el ámbito social, sobre todo porque culturalmente estas creencias se han normalizado, manteniendo condiciones de desigualdad y discriminación entre sexos. Diferentes aportaciones teóricas han dado paso a la aparición de nuevas teorías que explican al sexismo; el sexismo ambivalente combina dos elementos antagónicos positivos y negativos que dan paso a la coexistencia de dos ideologías: hostilidad y benevolencia, hacia la mujer. Gran parte de estudios se han centrado en analizar la violencia de género hacia la mujer, estableciéndose una dicotomía permanente de mujer víctima y hombre agresor; sin embargo, la violencia es un fenómeno humano y relacional que presenta a hombres y mujeres como víctimas y agresores. Considerando que, las actitudes sexistas hostiles o benevolentes predicen episodios de violencia que pudieran ser recibidos o ejercidos por hombres y mujeres, es importante obtener información para generar un nuevo enfoque de prevención de salud mental y específicamente de prevención en violencia, procurando orientar de diferente manera la forma en que se relacionan hombres y mujeres en una relación de pareja.