La Teoría de los Constructos Personales (TCP) de Kelly plantea que las personas son "científicos" que testan la realidad conforme a unas determinadas hipótesis personales (constructos) que se modifican o no en función de la validación externa que reciben. Según esta corriente, el pensamiento esquizofrénico está caracterizado por tener unas asociaciones más laxas, más desorganizadas que el de personas sin esta patología. Para el estudio de estos constructos Kelly diseñó la técnica de rejilla, en la que se elicitan los constructos personales mediante la comparación entre distintos elementos. En la esquizofrenia encontramos una estructura cognitiva rígida y unidimensional. La correlación entre el yo y los otros es prácticamente nula, siendo superior la que aparece entre el yo actual y el ideal y entre éste y los otros. En los controles estas tres correlaciones son positivas y la existente entre el yo actual y los otros es significativamente mayor que la presente en los pacientes.