Aunque existió una gran variedad de grupos gnósticos, cada uno de ellos con características singulares, los valentinianos alcanzaron el máximo grado de desarrollo filosófico en sus teorías; pero esto no impidió que en sus textos recurrieran inconscientemente a simbolos arquetípicos de aquellas religiones de las que se inspiraron. Estos símbolos, en tanto que inconscientes, pasaron a formar parte de la tradición gnóstica valentiniana, perdiendo con el tiempo el significado original y convirtiéndose, en el mejor de los casos para los profanos, en elementos literarios de sus textos. Esta investigación presenta la interpretación de los mismos desde la óptica del psicoanálisis jungiano, descubriendo con ello, que los valentinianos, tan menospreciados por los heresiólogos del cristianismo del siglo II y III de nuestra era, no se encuentran tan distantes, en el manejo de sus símbolos, de aquellos textos asumidos oficialmente por la ortodoxia cristiana como verdaramente inspirados por Dios. La conceptualización de la divinidad, en el fondo, utiliza siempre esquemas similares, lo que emparenta, en cierto grado, a las grandes religiones del mundo.